|
El músico,
el poeta, el escultor hacen como un telegrafista en el orden del espíritu,
construyen un sistema de señales en el ESPACIO, como una comunicación
entre el hombre y Dios, entre la vida y la intimidad de la conciencia.
En la relación agónica del hombre con la realidad, el
artista trabaja contra la muerte en cualquiera de las apariencias en
que se nos muestra: como limitación del conocimiento, como miedo
y angustia existencial, como falta de libertad.
Jorge Oteiza
|